Cerdeña está de moda por muchas cosas. Pero, sin lugar a dudas, una de sus mayores atractivos son sus playas de aguas color esmeralda, sus grutas marinas y su gastronomía. Si te gusta el queso, no puedes dejar de probar el rico queso 'pecorino'. Cerdeña es una de las islas italianas con más solera y que convence a todos los que la visitan.
Cerdeña suena a destino exótico, exclusivo, pero, no te olvides, que está muy cerquita. La isla se ha convertido en uno de esos rincones del Mediterráneo que parecen garantizar un viaje diferente, único.
Sabemos que el abaratamiento de los vuelos ha acercado el destino a mucha más gente, y es que, desde hace años, es posible llegar con compañías de bajo coste. Pero si eres de los que prefieren no volar y te gusta moverte con tu propio coche, ahora puedes desde Barcelona, hacerlo en ferri. Económico y llevándote tus cosas en tu propio vehículo.
La isla te permite caminar por bosques casi alpinos, explorar enormes grutas marinas, pasear entre viñedos o antiguas ciudades con pasado de bandoleros. Pero, además, tiene algunas de las playas más espectaculares del mundo y una gastronomía única. Si te gusta probar cosas nuevas no dejes de degustar erizos de mar y anémonas, salchichas de asno y, para los más audaces, casu marzu (queso pecorino con gusanos).
Playas con aguas transparentes y naturaleza montañosa
Lo más llamativo de Cerdeña son las aguas que rodean la isla, de una transparencia y un color casi irreal. Como las del golfo di Orosei, en la costa este central, cuyas playas figuran entre las más conocidas. Aguas de color aguamarina, arenas blancas y escarpados acantilados de telón de fondo.
Pero, las playas más famosas de Cerdeña, se encuentran en la costa Esmeralda, al noreste. En la bahía de Capriccioli, Cala di Volpe y spiaggia del Príncipe, encontrarás rincones paradisiacos con forma de semicírculo, arena blanca y aguas purísimas.
La naturaleza montañosa de Cerdeña descubre rincones tan espectaculares como Belvedere, una terraza panorámica sobre el mar, accesible por un camino de acantilado desde Nebida, en el suroeste.
Comer, oler y descubrir pueblos con encanto
Puedes adentrarte en los viñedos de Sorgono, en el llamado Trenino Verde, donde se pueden visitar bodegas familiares, granjas donde se elabora el queso pecorino de oveja fresco. Un espectáculo para todos los sentidos.
En Alghero, en marzo puedes degustar los ricci (erizos de mar) y a comienzos de junio ver la famosa mattanza (pesca del atún) de Carloforte.
Bosa es uno de los pueblos más bonitos de Cerdeña, en la costa oeste, con sus elegantes casitas en tonos pastel. Pero no olvides que la isla está llena de pueblos originales como Orgosolo y sus fachadas ajadas.
Te recomendamos si vas con tiempo y ganas de explorar, salirte de las rutas más concurridas y pasear por pueblos menos conocidos, pero llenos de encanto: Ulassai, Aritzo y Fonni, son solo algunos de ellos.
